En algún
momento de la existencia de un individuo descubre un sentimiento idealizado que
se llama amor, y que inmediatamente corre detrás de él. Ese apego lo lleva a
ver un mundo distinto al que jamás antes había conocido, si corre con suerte,
el objeto amado le es consecuente y comienzan a vivir una aventura por encima
de todos los obstáculos o por lo menos, eso es lo que piensan, no percatándose
que muy cerca se encuentra un enemigo que asecha para aniquilar eso que ellos
atesoran con tan alta pasión.
Luego
de algunos meses transcurridos el monstruo aparece de repente, sale de su
escondite y lo trágico era que este depredador se escondía dentro de ellos
mismos, porque cohabitaba también con el otro sentimiento que los unía. Entonces
comienza la lucha y terminan vencido… <dejan de quererse> pero, eran el
uno para el otro, eso decían. ¿Por qué dejan de querer las personas? Es sabido
que el apasionamiento dura de uno a dos años en algunos individuos y en otros
unos seis meses, por lo tanto el nivel de excitación va desapareciendo y comienzan
a notar que la persona que eligieron es un ser humano normal lejos del estándar
de pareja perfecta, las máscaras comienzan a desvanecerse y las poses también.
El hecho
es que cada uno comienza a mostrarse tal cual es, y con ellos sus descuidos,
entre estos: Los detalles desaparecen, los tiempos de calidad, el respeto, las mentiras son cada vez más
frecuentes, la higiene ya no es tan buena, falta de arreglos personal, descuido
en el peso corporal, que desilusión, no se estaba preparado para la
realidad o no se trabajó para aceptar las
diferencias individuales, entonces… nadie los divide, ellos se separan y extrañamente
continuaran con el depredador a otro lugar.
Licenciado Francy
Martínez
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@francymartinez5encia
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