En múltiples ocasiones nos hemos repetido que
tal o cual persona no nos hace falta, que ya es historia olvidada. Cuando la
verdadera realidad, es que cada cosa que observamos nos recuerda a esa persona.
Pero se continúa contando la misma historia.
Al parecer el temor de perder nuestra propia valía
ante nuestros ojos, nos hace mentirnos internamente. Sí, es duro reconocer que extrañamos
cada instante que vivimos a su lado y lo peor del caso, es que no podemos
explicar cómo se adentró tan profundo de nosotros, su sonrisa, su voz, el olor
de su piel, la forma en que nos miraba y como el mundo se llenaba de colores al
recibir un mensaje.
Nos preguntamos si él o ella nos estará extrañando
también, si nos recuerdan, que si será capaz de tirarlo todo al abismo, pero el
temor a saber que no está y que no podemos cambiar el evento, nos paraliza y
nos hace crear mecanismos de defensa y nos repetimos: Estoy bien, se fue por
que quiso, no era para tanto y tantas otras cosas más, por eso nos mentimos a
nosotros mismo… por dignidad. Saber que ese ser tan especial para nosotros por
el momento no está, si, muchas veces nos mentimos.
Por:
Licenciado Francy Martínez
licenciadofrancy@gmail.com
francymartinez103@hotmail.com
@francymartinez5
Referencia Imagen: http://www.lifeofpix.com/photo/footprints-on-the-beach/
No hay comentarios:
Publicar un comentario