En un mundo donde
sus habitantes buscan su propia gloria a toda costa, se está haciendo cuesta
arriba no involucrarse en esta dinámica. Y con relación a este enunciado me
llega de forma automática un dicho bíblico: Por haberse multiplicado la maldad,
el amor de muchos se enfriara.
¡Oh! Este acontecimiento
no es nada sorprendente porque desde el mundo espiritual ya estaba plasmado,
esto me dice entre líneas… que debemos
aprender a navegar entre las aguas del ego, del atropello a la dignidad humana.
Suena descabellado
y necesitamos un mecanismo de defensa para no sucumbir en las corrientes. Si no
se está preparado para esto, es mejor comprar un soterrado y vivir allí para
siempre. Si, esa no es la solución más paliativa, entonces debemos aprender a
dar lo mejor de nosotros mismos.
Recurramos a ese almacén
de fortalezas y virtudes que tenemos dentro, a esparcir amor a los demás para
que se multiplique a tu alrededor… Por eso debes dar lo mejor de ti. Que otros
no lo hagan no es tu problema, que no lo reconozcan tampoco lo es.
Cuando da lo mejor,
se siente un placer increíble, que llena el ser físico y espiritual de vitamina
energética, lo que te convierte en un ser de luz. Haz el amor con pasión,
intenso, rico, cocina delicioso, vístete formidable, sonríe, haz tu trabajo a
tiempo y con calidad, llega temprano a la cita, regalas presentes hermosos,
coordina actividades alegres.
Al final del día,
no tendrás tiempo para pensar en lo desagradable, porque fueron tantas cosas
interesantes que viviste, que te quedaras dormido solo de ver tu cama. Vamos eres
un guerrero/a, no te amedrente por la competencia. No está solo/a ¡Adelante!
Por:
francymartinez103@hotmail.com
licenciadofrancy@gmail.com
@francymartinez5
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