Luego de serenarme; con mucha amabilidad le dije que me daba
lastima que después de tantos años de amistad me había dado cuenta que él nunca
me había escuchado. Porque de haberlo hecho entendería que las cosas no son
siempre como la queremos o como pretendemos que nos salgan.
Este razonamiento a mi mismo me puso a pensar: que si nos detuviéramos
por un momento y analizáramos que la vida tiene sus altas y bajas y que no todo
es color de rosas, nos quejaríamos menos de ella.
Indudablemente no por quejarnos las cosas van a cambiar. Por
el contrario, mientras mas le veamos el lado oscuro a la vida mas se complica y
esa misma negatividad hace que no se vea una salida satisfactoria al conflicto.
Mi planteamiento es el siguiente:
- No por mucho madrugar amanecerá más rápido.
- Si nos pasamos la vida llorando por lo que se perdió, no valoraremos lo que nos encontraremos.
- No se llora por la leche derramada, total no se pude recoger.
Todo tiene su tiempo debajo del sol y encima de la tierra,
no se puede vivir en el pasado, teniendo un presente que nos indica un futuro para vivir.
Licenciado Francy Martinez
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