Por mucho tiempo se ha tenido la creencia de que llorar es para personas
débiles y faltas de carácter. Producto de esto, tenemos millones de personas castradas
emocionalmente, cohibidas de mostrar un sentimiento tan puro y humano.
Recientemente viví la experiencia más liberadora y reconfortante que se
pueda compartir con alguien. En el mundo real, cuando hablas con uno de tus
mejores amigos, las conversaciones van de un tópico a otro, en fracciones de milésima
de segundos y precisamente esa cualidad lo convierte en algo único.
De hablar de economía, política y religión, pasamos a recordar a nuestras
madres muertas… y fue en ese momento cuando todo el salón se llenó de magia y
paso lo increíble: Le comenté a mi amigo algo que quise comprarle a mi madre y
que la muerte no me dio la oportunidad.
Y precisamente, ese fue el detonante. El me hablo de todo lo que quería para
su madre y que al igual que a mi… la muerte se adelantó, deje escapar una
lagrima y mi amigo se quebró y dejo fluir sus lágrimas, nos convertimos en dos niños
grandes que lloraban por la separación de su madres.
Lo cierto es que fue una experiencia liberadora y lo más especial fue que
paso con la persona correcta en el momento indicado.
No te avergüence de llorar cuando tengas que hacerlo, no eres débil, eres
un ser humano con sentimiento, eso es lo que eres. Nunca permita que nadie te
haga sentir inferior por mostrar tus emociones.
Por:
Licenciado Francy
Martínez
licenciadofrancy@gmail.com
francymartinez103@hotmail.com
Francymartinezamazon
@francymartinez5
Instagram:
francymartinez103
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