Una cosa que debemos tener claro, es el hecho de que a quien le aprieta el
zapato es el que sufre. Mientras se está en la zona de confort difícilmente
puede brotar una chispa de sensibilidad por los intereses ajenos, el individuo
que por alguna razón queda atrás, será como un recuerdo confuso en la mente de
sus allegados, hay un refrán que reza rey muerto, rey puesto. Queriendo decir
esto que es necesario el reemplazo.
El no entender esta verdad tan grande, pero a la vez tan dolorosa esta
destinado al trauma o frustración global. Una parte importante de conservar una
buena salud e higiene mental es precisamente esta, ejercitarse para aceptar que
hay cosas que no se pueden cambiar, que cada individuo debe desarrollar
mecanismo de sobrevivencia o se verá expuesto a ser una especie en extinción.
Quedarse atrás no es una alternativa, hay que luchar, empoderarse de lo que
corresponde, vivir en paz con todos mientras pueda ser posible, amar al
prójimo, pero sobre todo a sí mismo, porque el que no se ama así mismo está
destinado al destierro emocional y tendrá que vagar por una eternidad en este
triste valle de sombra que es la sociedad, donde todos llevan mascaras para
cada ocasión.
Por:
Licenciado Francy Martínez
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@francymartinez5
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