Pensar
las cosas dos veces debería ser el estándar para cualquier decisión que se
fuera a tomar, ya que de no hacerlo de tal forma pueda que vengan lamentaciones
en un futuro no muy lejano.
Actuar
por impulso o a la ligera es un mal que en muchos casos no tiene remedio, pero
es algo que la gran mayoría suele hacer. ¿Acaso es que la media no está
entrenada para pensar? ¡Es posible! Ya que la prisa con la que vive el hombre
de hoy en día lo obliga a querer todo rápido y de igual forma decide todo a
vapor.
Pensar
las cosas dos veces es aconsejable para evitar dolores de cabeza sin necesidad,
se debe elegir un momento de introspección de por lo menos unos segundos si es
que no se dispone de tiempo, como reza un refrán: Es mejor perder un minuto de
la vida y no la vida en un minuto.
Por: Licenciado Francy Martínez
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