Insistir
en situaciones que no llevan a ningún camino es una de las actividades más
practicadas por el ser humano, se busca lo que no se ha perdido y se persiguen
las dificultades, es como si se quisiera encontrar un problema por el cual
sufrir.
¿Acaso
será que el hombre inconscientemente le gusta sufrir? Lo cierto es que la gran
mayoría de personas le gusta el drama y para que exista el teatro se necesitan
actores y para estar completa la trama entra el sufrimiento.
Muchos
ven la vida como las películas o libros interesantes que han leído; donde los
personajes centrales van de conflicto en conflictos y sus vidas es un maremoto,
entonces: se tiende a imitar estos roles para que la cotidianidad también sea
interesante y es aquí donde comienza la tragedia real, pero sin la colaboración
de un libretista que pueda modificar las escenas, una vez el individuo ya ha
enrollado toda su vida se da cuenta que ha ocasionado un sin números de problemas por nada.
Dar
color a pequeños mal entendidos o confusiones es nocivo, no se debe querer ir
de picada para que la existencia sea emocionante, ya ella en si misma es
intensa.
Por: Licenciado Francy Martínez
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