A pesar de la gran educación
sexual o libertad sexual que se ha fomentado en las últimas décadas es
alarmante ver y escuchar como miles y millones de personas en todo el globo
terráqueo aun sufren desmedidamente por los tabúes o mitos con relación a su
disfrute sexual.
No se permiten la oportunidad de
disfrutar de algo que le fue conferido por naturaleza.
Pero; la pregunta es la siguiente:
¿Quién dijo que disfrutar la desnudez de la pareja es enfermizo?
¿Dónde esta registrado que
ducharse con su pareja es contraproducente?
¿Por qué no decirle a la pareja que su órgano genital es hermoso?
Estas y otras tantas preguntas es
posible que no tengan una respuesta lógica, pero lo que si es seguro que aún
para mucho leer este articulo le causa vergüenza.
Si hablamos del término libertad
sexual a grandes rasgos, es posible que tal libertad no exista.
Ser capaz de tener relaciones
sexuales con diferentes personas y de forma desequilibrada no se puede llamar
libertad sexual; cuándo aun se siente vergüenza por unos kilos demás o el
tamaño del pene y porque no decir vergüenza porque los senos estén flácidos.
Si no hay una aceptación del
individuo como ente sexual, entonces no podemos hablar de ser libre ya que se
es esclavo mentalmente.
Siglo XXI siglo de la sexualidad
o siglo de la ilusión sexual, cuando se tiene sexo buscando llenar un vació
existencial o entrar en moda y porque no decirlo por la presión social.
Lo paradójico y alarmante es que
no hay una responsabilidad del mismo sujeto de respetar su propio cuerpo y el
de su pareja.
Este es un buen momento para
comenzar a desintoxicarse y ser más responsable a la hora de hablar de libertad
sexual.
Hasta que el género humano no
entienda que la verdadera libertad comienza en la mente no puede modelar una
sanidad sexual sin antes no haber sido moldeado.
Por:
Licenciado Francy Martínez
licenciadofrancy@facebook.com
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licenciadofrancy@gmail.com
@francymartinez5
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